Una feliz noche [Savannah]

Desde hacia muchos años yo deseaba poder trabajar después de salir de Hogwarts en el Departamento dedicado a las Leyes Mágicas, y aunque hubo en un tiempo que pensé que esto no seria muy posible todo se dio de la mejor forma posible lograndolo.

Tenia ahora todo lo que quería en la vida, tenia un trabajo en lo que me gustaba y acababa de comenzar a vivir con la mujer mas maravillosa de todas, Savannah.

Ese día nos despedimos en una de las calles de Londres mientras que ella se iba con dirección hacia San Mungo y yo iba hacia el Ministerio de Magia, pero cuando el trabajo termino yo fui directamente hacia donde estaba San Mungo y entre dentro de este esperando a que ella saliera para entonces irnos los dos juntos hacia casa.

Tras toda una vida llena de sueños e ilusiones estudiando y sintiendo una enorme curiosidad por la medicina mágica, al fin he conseguido hacer realidad todos mis sueños, aunque he comenzado como enfermera, yo tengo la ambición de poder llegar a ser sanadora o medimaga, ya que en unos años yo esperaba llegar alto en el hospital de heridas y enfermedades mágicas.

Ahora ayudaba a otros magos en mi trabajo y también estaba viviendo con el chico de mis sueños, Robert, en aquella preciosa casita de Privet Drive que perteneció a mis padres y que ambos nos regalaron cuando se volvieron de vuelta a Francia.

Nos habíamos despedido en una calle de Londres para ir a trabajar, pues el trabajo en el hospital a veces es muy estresante.Pero por suerte aquel día se ha pasado volando ya que solo pensaba en las ganas que tenía de ver a mi chico.Salí de la sala de enfermeras, y al ver allí a Robert la sonrisa apareció en mi rostro, haciendo que corriese a sus brazos sin pensarlo dos veces -Hola, mi amor, te echaba mucho de menos- sonreí ampliamente sin pensarlo dos veces antes de besar con ganas sus labios.

Recordaba perfectamente mi tiempo en Hogwarts, fueron muchos los momentos agradables que yo pase dentro del castillo y que me prepararon absolutamente para lo que yo estaba viviendo en esos momentos. El comienzo de mi vida como todo un adulto que era exactamente la parte mas complicada y difícil de todo, pero aun así todo parecía estar saliendo para mi del mejor modo posible, no había nada de lo que yo pudiera quejarme, estaba empezando en el Departamento de las Leyes Mágicas, que era en el que siempre quise desempeñarme y si eso no fuera suficiente estaba con la mujer mas maravillosa de todas.

Teníamos poco pero Savannah y yo vivíamos ya juntos algo que a mi parecer hacia que nuestra relación que de por si ya era buena iba mejorando mucho mas cada día, y cada día estaba yo mas convencido que ella era con la mujer que deseaba pasar el resto de mi vida, solo esperaba que ella pensara exactamente lo mismo que yo.

No eran muchas las veces que yo había ido a San Mungo, pero al igual que la primera vez la forma de entrar en el edificio por su entrada a través de aquellos viejos almacenes era quizás algo a lo que no terminaba de acostumbrarme aun. Pero tras entrar y quedar en la recepción me quede mirando los carteles de las distintas plantas que tenia el Hospital hasta que vi aparecer a Savannah y fue entonces que una enorme sonrisa apareció en mis labios. Ella estaba corriendo hacia mi y yo la recibí entre mis brazos tomándola por sus caderas y levantándola un poco del suelo para besarla en ese momento — Y yo a ti mi amor — Le di un par de pequeños besos en los labios a ella — Nos vamos o tienes algo que hacer mi amor

Sencillamente no me ha costado adaptarme a mi vida de adulta, a pesar de que aún recordaba como llegué a Hogwarts nueva con a penas dieciséis años, no me costó mucho adaptarme, pues hice buenos amigos enseguida, pero lo mas importante fué que conocí a la persona más importante para mí en esta vida. Ahora era una buena enfermera para llevar poco tiempo trabajando en San Mungo sentía que tenía un brillante y prometedor futuro allí y también estaba en una maravillosa relación con el hombre mas maravilloso que jamás haya existido.

Rob y yo a penas llevamos dos años juntos, pero yo no puedo ser mas feliz ni estar mas enamorada de él, los dos vivimos juntos, y a parte de hacer que nos conozcamos mas hace que me de cuenta de que él es el hombre con quien yo quiero pasar el resto de mi vida, pues el me hace sentir especial día a día.

Me había acostumbrado a entrar y salir de San Mungo, pues adoro mi trabajo, aunque muchas veces resultaba algo muy muy pesado de hacer, pero aquel día se pasó muy muy rápido.Al abrazar a mi chico alargué el beso un poco y sonreí- No, amor, podemos irnos- cogí su mano feliz para ir donde el desease.

Estaba yo muy feliz con el tipo de vida que estaba teniendo en esos momentos, y aunque claramente había algunas cosas que yo esperaba poder mejorarlas poco a poco, como lo era el propio empleo que yo tenia y que con el paso del tiempo por mis mismas cualidades sabia perfectamente que subiría de puesto no por eso estaba mal. Apenas estaba comenzando y tenia a mi lado a la mujer mas hermosa de todas y con eso no había forma en que yo pudiera estar mal sin importar lo que pasara.

Tenia poco tiempo de conocer a Savannah con respecto a muchas otras personas que conocí en Hogwarts desde que había llegado al colegio pero ella era la mujer que desde el primer día ella y yo tuvimos esa conexión especial que hasta este momento seguia existiendo. Y aunque muchos matrimonios decían que con el pasar del tiempo viviendo juntos el amor se iba acabando en mi caso cada día estaba mas enamorado de ella, algo que parecía que a los conocidos que tenia en el Ministerio se les hacia raro que yo me sintiera de ese modo, pero era la verdad.

Le dedique a Savannah una enorme sonrisa en esos momentos cuando escuche las palabras que ella acababa de decir y dicho eso le di un par de suaves besos en sus labios antes de que los dos saliéramos de San Mungo para llegar a la calle — Ven amor se donde podemos ir ahora — Le comente a ella sonriendo mientras que la abrazaba rodeando su pequeña cintura con mi brazo para acercarla a mi mientras tenia una idea de a donde ir antes de que volviéramos a casa.